Durante el S. XIX eran frecuentes las ferias donde se presentaban a personajes fabulosos e inventos deslumbrantes. En Hartfortd, Connecticut, Gardner Quincy Colton presentaba un gas de la risa, que provocaba un estado de euforia, excitación y desinhibición en sus voluntarios, que deleitaba al público de la época.
Efectos del gas de la risa
El gas era óxido nitroso, que aún hoy se utiliza como narcótico combinado con el oxígeno.
Wells probó el gas consigo mismo, dejándose extraer el diente por otro dentista, sin que tuviera dolor alguno. Al despertarse dijo: "una nueva era en la extracción de dientes". Empezaba así la anestesia moderna.
Horace Wells
Aplicó este descubrimiento a varios de sus pacientes, obteniéndose el éxito en todos ellos. Ahora solo faltaba demostrarlo en público.
Horace Wells con sus ayudantes extrayendo un diente con óxido nitroso
En 1845 hizo una demostración en el Hospital General de Massachusetts, pero fracasó, provocándolo un inmenso dolor al paciente al intentar extraerle un cálculo. La audiencia le llamó farsante y fue desacreditado en la comunidad médica. ¿Qué había fallado?
Al aplicar el óxido nitroso en el paciente, no había dejado que hiciera efecto y cuando empezó la operación no estaba anestesiado.
El mérito de descubridor de la Anestesia se lo llevó William Morton en 1846, al empezar a usar éter (que él llamaba letheon -por el río Leteo, que en la Mitología Grecia era uno de los ríos del Hades y el beber sus aguas provocaba el olvido completo de la vida anterior-) en la operaciones quirúrgicas.
1 comentario:
Yo cada vez que voy al dentista doy gracias a Dios por la anestesia. Muy bueno el blog, y curioso.
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